Las entrevistas que leerán a
continuación son las voces de sólo unos
cuantos. Cientos de miles de indígenas guatemaltecos
fueron víctimas durante 36 años de una
sangrienta guerra civil.
Operando extensamente en las regiones aisladas y remotas
conocidas como Tierras Altas, el ejército
guatemalteco se manejó prácticamente sin la
impugnación de una ciudadanía polarizada y su
invariablemente corrupto gobierno. Así fue que
cometió atrocidades contra vastos números de
ciudadanos mayas al supuestamente ir en persecución
de las fuerzas izquierdistas que desafiaban al gobierno por
las graves injusticias sociales que sufría la
población rural desamparada.
En 1996, cediendo finalmente a la creciente presión
internacional y tras el retiro de la ayuda militar de los
Estados Unidos al gobierno, éste accedió a la
firma de una Paz firme y duradera entre el gobierno
guatemalteco y la guerrilla. El 29 de diciembre 1996 fueron
firmados los Acuerdos de Paz, los cuales se elaboró y
firmó para garantizar la paz y el desarrollo en
Guatemala.
Atender las necesidades y las pérdidas de aquellos
que mas sufrieron debería claramente ser la prioridad
de cualquier acuerdo de paz. Lo único es que las
mismas fuerzas responsables de las atrocidades del pasado
continúan hoy a dar forma al horizonte
político de Guatemala.
Y de nuevo la población indígena se encuentra
al margen, con poca ayuda para recoger los pedazos de su
pasado destrozado...
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