Rosa Raimundo Cobo


Edad: 42





Vivíamos en Xepiún. Tuve cuatro hijos con mi primer esposo, pero él murió durante la guerra. Mi padre también murió durante la guerra. Mi madre y yo vinimos acá para conseguirme otro marido.

Cuando empezó la guerra, los soldados entraron en la aldea, y la gente tenía miedo de que los mataran en sus casas o en la calle, tenían miedo que los soldados los encontraran y los mataran. Fuimos expropiados y desplazados. Sufrimos hambre. Pero ahora - si Dios quiere, somos libres otra vez y espero que siga así.

Estoy intentando trabajar como cocinera, pero ahora estoy desempleada. Sólo cultivo la tierra, recogiendo trigo para cubrir mis necesidades básicas. No recibo apoyo del Estado. Lo más importante y que casi no hay es educación para nuestros niños. También necesitamos dinero para el centro de salud y para comprar medicinas.

Qué disfruto en mí vida? Vamos a ver... Hoy por ejemplo, voy a visitar vecinos enfermos para platicar y hacerles compañía. Soy parte de la Iglesia Católica. Así que frecuentemente visito a mis familiares, tenemos oraciones o vigilias. Tenemos un pan de costumbre u otra comida cuando nace un niño.

Me da gusto de que mis hijos estén estudiando pero siempre pienso en sacarlos de la escuela por el dinero que cuesta. La gente aquí no logra hacer mucho porque la tierra es pobre. Es verdad - no es culpa de ellos.








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